Extraído de "prpacientes", miércoles, 18 de mayo de 2011:
"Según el primer estudio realizado en España sobre las diferencias de comportamiento de los bebés entre la lactancia materna y la lactancia artificial con biberón, la opción que más beneficios produce sobre los neonatos es dar el pecho. La lactancia materna puede prevenir de enfermedades como la otitis y mejorar el desarrollo facial del pequeño.
Teta o biberón? una duda que a muchas madres les viene a la cabeza cuando van a tener a su hijo. La duda, muchas veces, sólo tienen una respuesta y las madres tienen que optar por la lactancia artificial, con biberón, como única opción posible. Los expertos son claros al asegurar que la lactancia materna es la mejor alimentación que una madre puede ofrecer a su hijo porque se adapta a sus necesidades nutricionales, inmunológicas y psicológicas. Pero muchas madres abandonan la lactancia materna de sus hijos a los 3-5 meses de edad por motivos socio laborales y pasan a la lactancia artificial con biberón.
Pero las diferencias no sólo se producen en cuestiones de tipo nutricional o inmunológico. Los movimientos que se producen en la succión de la leche, bien a través del pecho materno, o a través de una tetina producen respuestas diferentes en los neonatos. El doctor Ángel Moral García, pediatra de la Sección de Neonatología del Hospital Universitario Mutua de Terrassa y del Servicio de Pediatría del Hospital Sant Joan de Deu de Martorell ha llevado a cabo una investigación única en España donde ha quedado reflejado que la lactancia materna tienen mayores beneficios para los pequeños que la artificial. 'Todos los estudios hasta ahora dicen que el esfuerzo del niño al tomar el pecho provoca un desarrollo más armónico facial, con menos problemas de otitis, y problemas de dicción. Pensamos que estas diferencias existen. Es el primer estudio que se realiza en España sobre la lactancia materna y la lactancia artificial' explica el doctor a PRsalud.
'La leche materna contiene anticuerpos a los que la madre ya es inmune, y podría conferir inmunidad a su hijo. Cuando una madre se ve forzada a escoger una lactancia mixta, es verdad que hay diferencias. Cerca del 10 por ciento de movimientos menos, pero tampoco es una mala opción. Y cuando un niño toma una lactancia mixta, probablemente está en una situación intermedia, aunque existen diferencias, y siguen habiendo más movimientos de succión cuando toma el pecho que cuando toma el biberón', asegura el pediatra Ángel Moral García.
El estudio encabezado por el doctor Moral García y que pretendía medir las diferencias entre la lactancia con pecho y la lactancia con biberón tuvo dos fases. 'Se realizó primero un estudio piloto con neocnatos que sólo hacían lactancia materna, y otro grupo que solo hacían lactancia con biberón. Se midió los movimientos, las pausas, y la duración de las pausas y encontramos diferencias evidentes entre un grupo y otro. Pero estas diferencias se podían deber a que eran niños diferentes. Por eso se estudió en niños con lactancia mixta, es decir, materna y con biberón. Aquí volvimos a encontrar que existían diferencias entre las tomas de pecho y las de biberón , no tan acusadas, pero que seguían existiendo tanto en el tipo de movimientos como en la duración de las pausas. Hemos llegado a la conclusión de que cuando un niño toma pecho, tienen una manera de mamar en la que se producen más movimientos de succión que cuando toma el biberón', explica el doctor Moral, para quien queda claro que los beneficios de la lactancia materna son superiores a la artificial y a la mixta.
Por otro lado, en el estudio se comprobó que la frecuencia cardíaca, respiratoria, la saturación arterial de oxígeno, la tensión arterial, el estado de satisfacción de la madre.... 'Todos estos parámetros estuvieron dentro de los líimtes fisiológicos normales', asegura el doctor Moral García.
En el grupo de bebés alimentados con lactancia mixta se analizó la equivalencia de la succión entre las tomas de pecho y las tomas con biberón con la tetina NUK First Choice. El trabajo se publicó en febrero de 2010 en la revista científica internacional BMC Pediatrics, en febrero de 2010 y posteriormente en español en la revista Matronas Profesión en el número 1 de 2011."
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