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lunes, 28 de febrero de 2011

Nueva Sal Costa con Yodo + Ácido Fólico

Como todos sabéis, el yodo y el ácido fólico son básicos en la dieta diaria de niños, jóvenes y personas adultas, pero sobre todo es indispensable en la dieta de las mujeres embarazadas.

Sal Costa lanza este nuevo producto que me permito recomendaros desde aquí.

Con sólo 3 gramos de esta sal en la dieta diaria se garantiza el aporte necesario de ácido fólico y de yodo para el organismo. Su color amarillo es divertido, tanto para las cenas con amigos, como para las comidas con los más pequeños. Y su sabor es sorprendente! Por no hablar de los beneficios que aporta...

Os animo a todos a probarlo!!

http://www.salcosta.com/salcosta.htm

miércoles, 23 de febrero de 2011

Mitos sobre la lactancia materna

El doctor Juan Casado nos sorprendía hace pocos días con un artículo en el periódico "El Mundo" sobre los problemas de la lactancia materna (al que podéis acceder a través de este mismo blog), con polémicas e inverosímiles declaraciones que no vale la pena reproducir. 
En este caso no se retracta de las mismas, pero se acerca un poco más a la realidad. 
Éste el artículo que aparecía el 21 de febrero en el blog de "El mundo":

"Mitos sobre la lactancia materna

Mi anterior escrito en el blog titulado 'Problemas comunes para amamantar' fue seguido con interés, despertando opiniones de todo tipo, a favor del contenido del blog y en contra. Por ello, hoy escribo más sobre lactancia materna.

Existen múltiples mitos sobre cómo producir mejor o más cantidad de leche, creencias que circulan y se transmiten incluso de generación en generación, de madres a hijas. Algunas de estas creencias unas veces son contraproducentes, otras simplemente erróneas. Los mitos mas frecuentes son:
Las mujeres con poco pecho producen poca leche. El tamaño de los pechos depende más de la grasa de éstos que de los conductos encargados de fabricar la leche. Por ello, una mujer con poco pecho puede amamantar con las mismas garantías que otra con pechos voluminosos.
Algunos alimentos alteran el sabor de la leche. Aunque, efectivamente los espárragos, ajos, alcachofas y cebollas cambian el sabor de la leche, esto no es apreciado por el bebé y no provoca el rechazo del pecho. Algún estudio ha encontrado todo lo contrario que el ajo mejora la apetencia del niño por la leche de su madre.
Algunos alimentos producen cólicos o gases. Ningún alimento que tome la madre provoca gas en la leche ni en el niño. En consecuencia, las madres pueden tomar todas las verduras, legumbres, frutas y bebidas gaseosas que deseen, porque ninguna produce cólicos en su hijo.
Algunos alimentos aumentan la producción de leche. La producción de leche se mantiene independientemente de la cantidad y calidad de los alimentos que consuma su madre. No existe ningún alimento que aumente la producción de leche, ni tomar más leche o productos lácteos, porque la leche materna nada tiene que ver con la que ésta ingiere. Ningún otro mamífero bebe leche mientras amamanta a sus hijos.
Tampoco es cierto que las madres necesiten comer alimentos enriquecidos en calcio o comer por dos, porque utilizan las reservas almacenadas durante el embarazo y, en consecuencia, pierden peso durante el tiempo que amamantan. Las madres deben comer variado, equilibrado y para uno, no para dos, si hacen esto ganarán peso. Las almendras, frutos secos, sardinas o infusiones no aumentan la producción de leche. Sin embargo, la cerveza con o sin alcohol, estimula la hormona de la que depende la producción de leche, llamada prolactina. Por tanto, si eres madre y amamantas, puedes tomar cerveza pero sin alcohol.
Durante la lactancia no se puede practicar ejercicio físico. El ejercicio físico moderado es siempre saludable, incluso durante el embarazo y la lactancia. Debe practicarse mejor después de finalizar la toma, no antes, porque en estos casos algunos niños rechazan la leche.
Con diarrea se suspende el pecho. Ni la diarrea de la madre, ni la del niño aconsejan suspender la lactancia materna; al contrario, el pecho es muy bueno para la diarrea del bebé.
La lactancia no aconseja mantener relaciones sexuales. Después del parto y durante la lactancia, la madre puede sufrir cambios psíquicos y emocionales, debido por una parte a los intensos cambios hormonales que tiene durante este periodo, también a las potentes emociones que necesita entender y aceptar. Dar el pecho ni dificulta ni impide mantener relaciones sexuales completas; sin embargo, éstas deben reiniciarse cuando la madre, no su pareja, lo desee, porque con frecuencia la mujer está dolorida, cansada o tan emocionada que necesita otro tipo de relaciones más afectivas, mas cariñosa, cercanas o íntimas, sin penetración.
Es normal que después del parto, sobre todo si existió episiotomía y puntos o cesárea, exista dolor que aconseje retrasar el coito hasta el momento que la madre se sienta preparada, este momento es individual y no debe acelerarse.
En definitiva, la lactancia materna es altamente recomendable porque produce grandes beneficios, tanto para los niños como para sus madres. Estar bien informada es imprescindible para decidir, basándose en el conocimiento, no en los mitos, qué beneficios y qué perjuicios puede suponer la lactancia materna."



viernes, 11 de febrero de 2011

Facebook cierra el perfil de una mujer que colgó una foto amamantando a su bebé

La censura de Facebook llega hasta el simple y natural hecho de amamantar a un bebé. Leslie Power, una mujer chilena de 37 años, ha denunciado que la red social ha cerrado su perfil después de que subiera una foto en la que sale dándole el pecho a su hijo. Según ha explicado, la plataforma le envió un correo en el que se explicaba que la imagen "atentaba contra personas y colectivos".

Según ha declarado esta madre chilena, la red social se puso en contacto con ella a través de un correo electrónico en el que se informaba de que la foto que había subido a su perfil amamantando a su bebé era "ofensiva" y "violaba las condiciones de uso" de la compañía.
"Ellos me mandaron una notificación, donde me informaron que mi cuenta fue cerrada por tener una foto que atenta contra personas y colectivos y que Facebook se encarga de cuidar su territorio", ha comentado Leslie.
Según ha asegurado, su perfil en dicha red lo utilizaba únicamente por motivos de trabajo. Leslie es psicóloga infantil y una de las fundadoras de una organización dedicada a ayudar a los padres en el criado de sus hijos.
"Mi cuenta no era personal, ahí publicaba noticias e investigaciones en relación a estudios de neurociencia y lactancia", ha puntualizado la mujer.
Ante el cierre del perfil, Leslie se ha puesto en contacto con Facebook para pedir una revisión de su caso. "Por ahora quiero una explicación y una respuesta, luego voy a decidir qué hago" ha señalado.
(Extraído de Informativostelecinco.com 10/2/11).

martes, 8 de febrero de 2011

Bienvenida a casa, Daniela

La lactancia siguió su curso... Llegamos a casa con Daniela tras tres día en la clínica. Parecía un ángel, durmiendo, en silencio, en su nueva cunita. No me cansaba de mirarla y oir su respiración, tranquila, sosegada. Y cada tres horitas, un llanto, muy leve, que anunciaba la hora de la toma. 

Daniela nació con poco peso, y se adelantó tres semanas a la hora prevista de su nacimiento. Pesó exactamente 2,600 kg. Siguiendo los consejos de la comadrona, cada tres horitas poníamos el avisador y me ponía  a Daniela al pecho. La mayoría de las veces era ella la que se despertaba, y con un suave gemido me llamaba. Pero las veces que no lo hacía, la cogía entre mis brazos y la ponía a mamar. Siempre estaba dispuesta. Fue cogiendo peso progresivamente y no tuvimos que preocuparnos por nada. 

Hay quien aconseja dar el pecho sólo a demanda, o sólo cada cierto tiempo estipulado. Yo soy partidaria de darle a demanda, siempre que ella quiera, pero además, al ser tan pequeñita, asegurarse de que comiera cada tres horitas más o menos. 

Quienes dicen que sólo hay que darles el pecho cuando lo piden no se dan cuenta de que al pasar el tiempo, el bebé puede estar ya tan débil que no tenga fuerzas para pedir el pecho de su mamá. 
La técnica funcionó y Daniela empezó a crecer y a hacerse más grande y fuerte, para alegría de sus papás. 

Las noches era lo más duro, pero con ayuda mi marido logré acostumbrarme al hecho de despertarme cada tres horitas. Llegado el momento, mi marido se levantaba, cogía  a Daniela de la cunita y me la ponía al pecho en la camita, así que la mayoría de las veces ni siquiera tenía que levantarme. Daniela se quedaba cogidita al pecho, y a veces lo soltaba, dormía un ratito, y volvía a mamar de nuevo. Una compenetración absoluta entre madre e hija que creo que perdurará para siempre...


miércoles, 2 de febrero de 2011

La lactancia vence a las farmacéuticas

La proliferación de políticas que fomentan dar el pecho ha devuelto al biberón a la excepcionalidad.

"Acaban de parir y no saben cómo alimentar a sus hijos. Lo que tienen claro es que, al menos en el primer medio año, no quieren darles el biberón. La lactancia materna ha dejado de ser cuestionada. Las estrategias de las autoridades sanitarias y de los hospitales han dado su fruto: la alimentación natural ha desbancado a la leche de laboratorio.
Una docena de mujeres, todavía con las barrigas hinchadas tras el parto reciente, atienden a las indicaciones de Juana María Aguilar, la enfermera consultora de lactancia materna del Hospital 12 de Octubre de Madrid. El centro imparte desde 2007 un taller de lactancia. Las dudas de las madres recientes son tantas, que obvian por una hora el dolor que aún les dura para asistir a la charla. "Si os sentís mal, podéis salir cuando queráis", les insiste Juana, muy dulcemente, al inicio de la clase. Ellas sonríen, mientras se acomodan en las sillas de madera de la sala. 

El llanto, señal de hambre

"Cuando un niño nace, está acostumbrado, durante nueve meses, a comer constantemente a través del cordón umbilical. De repente, eso se le corta. El niño debe comer cuando quiera. No se le debe someter a horarios. No hay que esperar a que el niño llore, el llanto se considera un signo tardío del hambre. ¿No nos entra mal humor a nosotros cuando llevamos media hora esperando en la mesa?", explica Juana.
Las mujeres escuchan atentas. Con sus bebés en brazos, las parturientas asumen que a partir de ahora su rutina, sobre todo en los primeros días de vida de sus hijos, va a estar marcado por el hambre que tengan los niños. Ellas dormirán, comerán, saldrán a pasear o se relajarán dependiendo de cuándo el bebé tenga ganas de mamar.

Todas quieren amamantar a sus bebés. Sólo les darán el biberón si no hay otra opción. "Hay alguien que tiene la sensación de que no tiene leche?", pregunta Pilar. Una de las madres levanta el brazo. "Muy pocas mujeres no tienen leche, son mujeres que están operadas del pecho o tienen enfermedades muy graves, pero son excepciones", la tranquiliza la enfermera.
Marta, de 38 años, tiene claro que dará de mamar a su hijo, el segundo, hasta que pueda. Para ello, agotará la baja en la empresa donde trabaja como consultora. En su anterior parto cogió una excedencia. "Yo estoy notando en los últimos años que muchas amigas que antes sólo miraban por su trabajo, ahora incluso piden excedencias para poder cuidar el máximo de tiempo a sus hijos", explica. Disponer de ese tiempo significa permitirse amamantar al bebé.
Los expertos aseguran que tras la moda del biberón de las últimas décadas estaba la industria farmacéutica. "En los últimos 50 años la atención al parto y al nacimiento se ha ido medicalizando a ritmo vertiginoso, por la aplicación de la alta tecnología y por la vulnerabilidad del colectivo médico y enfermero a las presiones de la industria farmacéutica", asegura Isabel Espiga, del Observatorio de Salud de la Mujer del Ministerio de Sanidad.
Presiones y liberación
Fueron los fabricantes de leche para bebés los que fomentaron el biberón, explica Juana María Aguilar. Se suponía que el biberón liberaba a la mujer. "Se aprovechó para decir que la lactancia artificial liberaba a las mujeres. Pero no es cierto. La lactancia materna, además de sus beneficios nutricionales, supone beneficios psicológicos, emocionales y de equilibrio global del crecimiento del bebé y de su vínculo con la madre", destaca Isabel Espiga.
"Se vendió la idea de que el biberón lo puede dar también el padre, fomentando de esta forma la equidad. Lo que tiene que hacer el padre es, cuando la madre da de mamar, poner la lavadora, cocinar, limpiar la casa... En realidad, la depresión posparto no es otra cosa que una recarga de trabajo", insiste Isabel Espiga.
Las primeras iniciativas de fomento de la lactancia comenzaron a hacerse en 2005. Ese mismo año, el Ministerio de Sanidad aprobó el primer plan de calidad que contemplaba el fomento de la lactancia. Dos años después, aprobó la Estrategia de Atención al Parto, que también potenciaba dar el pecho.
"La lactancia es lo que la mayoría de madres desean. No se abandonó porque hubiera algo mejor, sino por las rutinas que se impusieron en los hospitales, con normas y horarios que hacían difícil dar el pecho. Por ejemplo, ahora el niño mama a demanda, cuando tiene hambre. Antes, había muchas teorías, una de ellas decía que se tenía que dar diez minutos de cada pecho y repetir cada cuatro horas", explica Carlos González, pediatra y presidente de la Asociación Catalana Pro Lactancia Materna (ACPAM).
Este experto atribuye el cambio en la tendencia al viraje de la rutina de los hospitales. "El debate sobre la lactancia es falso, no hay que argumentar si es buena o no. Las madres no dan el pecho porque un médico les diga que es lo mejor, es la forma natural de alimentar al niño", explica. Dar de mamar no es cuestión de modas, sí lo fue sustituir el pecho por el biberón". 

Extraído de Publico.es (24/1/11)