Daniela seguía creciendo, poco a poco, pero creciendo, sana y fuerte. Empezamos con las rutinarias visitas al pediatra. Los primeros días la pesaban todos los días, para asegurarse de que cogía peso. Al cabo de una semana, al ver que aumentaba de peso cada día más, las visitas se empezaron a espaciar. Temía que al pesar poquito me sugirieran un suplemento de leche artificial, pero la verdad es que nadie lo propuso.
Oigo casos cada día de profesionales (y familiares -casi siempre abuelas-) que "sugieren" a los padres el biberón adicional, para complementar (no creo que la lactancia materna necesite de ningún suplemento -en todo caso sería al revés-) , y de lo rápido que el bebé se acostumbra al biberón y olvida la tetita de mamá. Casos que con paciencia y ayuda podrían solucionarse sin necesidad de trastocar el ritmo natural del pequeño.
Daniela seguía mamando cada tres horas, como un reloj. Y cuando no era ella la que lo reclamaba, era yo la que me la ponía al pecho (o mi marido!). Nunca se negaba. Todo nos lo hizo muy fácil desde el principio.
Sé de otras mamás que no lo han tenido tan fácil, pero quiero decirles desde aquí que tengan paciencia, que perseveren y que esperen resultados, que la recompensa está al final del camino.
En una de nuestras vivistas al CAP (Centro de Asistencia Primaria), una enfermera me informó de que quería crear un grupo de apoyo a la lactancia, para mamás primerizas, y me invitó a participar en el mismo.
Allí llegué un martes por la mañana, y desde entonces, el resto de martes de mucho meses después. No tenía ni idea de lo que allí me esperaba. Ni había oído hablar siquiera de este tipo de grupos. Pero acudí curiosa, y lo que allí encontré me sorprendió, gratamente, sobremanera.
Allí estaban en nuestra primera reunión, la enfermera y tres mamás más, con sus retoños, todos con pocos días de vida. Al principio yo no tenía ningún problema con la lactancia, así que no estaba segura de si acudir o no, pero tengo que reconocer que es un alivio compartir con otras mamás tus experiencias, tu día a día, y más todavía con la supervisión de una enfermera. Se lo recomiendo a todas las mamás! Buscad grupos de apoyo en vuestros centros de atención y apuntaros a las reuniones.
El primer día nos limitamos a explicar un poco nuestra rutina con el bebé, a intercambiar opiniones, a coger confianza. Éramos poquitas, pero enseguida surgió un vínculo especial entre nosotras y los pequeños. Era de gran ayuda tener un apoyo, fuera de la pareja y del círculo familiar, y considero que en todos los centros deberían existir grupos de este tipo, y debería fomentarse su creación por parte del Gobierno.
Tengo que agradecer desde aquí el esfuerzo altruista de la enfermera Elena Capell, del CAP Jaume I de Tarragona, que tantas mañanas nos cedió su tiempo, su paciencia y su sabiduría, y con la que pude salir adelante, pues si bien al principio todo fue de maravilla, los problemas no tardaría en surgir. Pero de eso ya hablaremos en otra ocasión...
Daniela con su abuela paterna |
Hola Laura
ResponderEliminarMuy bueno se necesitan mas esapcios de difusion de lactansia.
Soy matrona, dedicada al parto y lacatncios ultimos 10 anios me he dedicado mas a la medicina natural en general y ami rol de Terapeuta holistica, y soy profesora de Aromaterapia. Estare en España todo el mes de Mayo. Si te interesa aprender como incorporar los aceites esenciales al exito de la lactancia, pues escribeme. Revisa el blog que esta en construccion de www/espanaromatica.com
En Facebook me encuentras por Caminos de Luz- Aceites terapeuticos
Un Abrazo de Luz Lilian
Gracias Lilian por tu interés!!
ResponderEliminarSeguimos en contacto!